Ingredientes
- 250 g de garbanzos
- Una cebolla
- Una zanahoria
- Huesos de rape
- Una sepia
- 1 Kg de mejillones
- Medio vasito vino blanco
- Una hoja de laurel
- Aceite
- 3 puerros
- Una cucharadita de pimentón dulce
- Sal
- Pimienta
- Perejil
Preparación
Pon el día anterior los garbanzos a remojar.
Cuece los garbanzos en una olla express con media cebolla, una zanahoria, los huesos
de rape y una cucharadita de sal y cuece el tiempo que indique el fabricante de
la olla. (En la mía que es superrápida son 15 minutos.)
Limpia los mejillones y ábrelos en una perola con un poco de agua, el vino blanco, un
poco de sal y una hojita de laurel.
Reserva la carne y el agua que sobra, cuélala y después, guárdala.
Limpia y trocea la sepia.
En una
sartén pon el aceite y sofríe los tres puerros bien picaditos y la otra
media cebolla, también bien picadita, añade la sepia, rehoga bien, añade el
pimentón, dale unas vueltecitas para que se tueste un poquito sin que se queme
y añádele un poco del caldo de los mejillones y de los garbanzos. Dale un
hervor y agrega los garbanzos. Añade el caldo (de los garbanzos y de los
mejillones) que necesite para darle la consistencia que quieras (más o menos
caldosos) y hiérvelos unos 5 minutos. En el último minuto añadirle los
mejillones.
Rectifica el punto de sal (ojo porque el caldo de los garbanzos y de los mejillones ya
llevan).
Para
servirlos, espolvorea con un poco de perejil y ¡voilà!